La verdad habla

Canalizado por John McCurdy y Romana Ercegović
10 de Marzo, 2019

Traducción por Liliana Audet

Este material tiene derechos de autor y no puede ser reproducido en ninguna forma sin el permiso escrito de Romana o John. Los enlaces a esta página son siempre bienvenidos, pero ninguna copia o traducción puede ser publicada en cualquier otro sitio web, blog, boletín, publicación en medios sociales o en cualquier otra forma sin nuestro permiso explícito. Gracias por respetar el amor y la energía que se ha dedicado a este trabajo, y por su intercambio de energía!

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Romana:

Bienvenido, querido.

Bienvenido, querido amigo, a esta experiencia; a este viaje, a esta experiencia de conexión con tu alma cada vez más profunda.

Mmm… Respira profundamente en todo tu cuerpo y siente tu suavidad.

Antes de entrar en este espacio sagrado de ustedes, de este viaje que estamos haciendo juntos, preparémonos un poco. Recordemos que tenemos un cuerpo.

Vamos a invitar -te invito a invitar- a tu alma a tu cuerpo.

Mientras respiras profundamente, deja que tu alma entre en ti.

Permítanse recordar la presencia de su alma radiante. Y mientras lo haces, tu alma llena todo tu cuerpo.

Respira profundamente y siente esta luz, esta alegría, entrando en tu corazón, entrando en tu pecho, entrando en todo tu cuerpo.

Sólo siente el placer de permitir que tu alma entre.

Simplemente sientan el placer de ser su alma, de sentir el amor que son, de sentir ese resplandor que son.

Sólo permítete sentir compasión incondicional por ti mismo. Amor incondicional por todo lo que eres.

Sólo sientan cómo se siente estar en este espacio sagrado de su amor propio.

Mmm… Permítanse ser acariciados y lavados por las aguas puras, por el arroyo de su río interior, que brilla con hermosa luz.

Sientan que estas aguas entran en su cuerpo y les ayudan a liberar todas las tensiones del día, de los días pasados; les ayudan a sentirse aquí y ahora, en su cuerpo, en su propio resplandor, en su propia alegría sagrada.

Respira aún más profundamente a medida que tu alma está entrando en todo tu cuerpo, y ábrete para la experiencia, para el viaje interior.

John:

Saludos, mi querido amigo.

Yo soy la voz de la Verdad. Tu verdad.

Soy uno de los muchos sentidos de tu alma. Soy uno de los más incomprendidos de sus sentidos y soy, quizás, el sentido que han estado buscando durante tanto tiempo. La sensación de que eres el que más ha echado de menos.

Porque ves, cuando saliste de casa hace tanto tiempo, y sin embargo hace sólo un suspiro, cuando saliste de casa y te encontraste perdido, sintiéndote perdido en el vacío, en la nada, sentiste que habías perdido tu verdad. No sabías dónde estabas o quién eras, y desde entonces has estado buscando tu verdad.

Esto fue mucho antes de que la Tierra fuera imaginada. Empezaste a crear porque eso es lo que eres, pero no lo sabías entonces. Era como si todas esas cosas -ni siquiera eran cosas en ese entonces, pero usaremos metáforas humanas- fueran como si todas esas cosas siguieran apareciendo a tu alrededor. No sabías cómo sucedió eso, porque no tenías experiencia contigo mismo como creador. Al principio te confundió.

Luego comenzaste a encontrarte con otros seres, y al principio se sintieron tan familiares, porque en cierto sentido-oh, aquí estamos hablando con metáforas. No tomes nada demasiado literalmente, porque no hay palabras humanas para describir la verdad real de cómo llegaste aquí.

Estos otros seres, separados de ti y sin embargo de la misma fuente, de la misma conciencia, pero ahora diferentes. Te resultaban familiares y, sin embargo, al observarlos, te parecían diferentes. Y eso te confundió.

Mientras los veías, sentías tu propio anhelo de hogar, de saber quién eras. Pensaste que quizás este otro ser sabía algo que tú no sabías, así que empezaste a escucharlos, a observarlos, a tratar de ser como ellos, sin darte cuenta de que ellos estaban haciendo lo mismo contigo. Y así es como nació la conciencia colectiva.

Así que conociste a más y más seres como tú, pero diferentes. Empezaron a observarse unos a otros, pensando que tal vez ese otro, esos otros, tenían alguna verdad que ustedes no tenían. Así que los miraste más de cerca. Tus creaciones se han vuelto más parecidas a las suyas. Al menos algunos de ellos. Sus creaciones se hicieron más similares a las suyas.

Y entonces un día estabas charlando con alguien, y te dijeron algo que no tenía ningún sentido para ti. Era casi como si hablaran en otro idioma. Te dijeron que tus creaciones estaban equivocadas, que tu comprensión estaba equivocada, y que lo que estaban diciendo te parecía tan malo. Y eso confundió aún más a quién. Intentaste alejarte de ellos. Los alejaste de ti, y te fuiste en busca de lo que llamaste la “verdad real”, la única Verdad que haría que todo tuviera sentido.

Eventualmente esa búsqueda condujo a la creación de la Tierra y ustedes se encontraron aquí, todavía buscando esa verdad que de alguna manera haría que todo tuviera sentido. Y aun así, ahora, ustedes buscan esa verdad, la verdad que unirá a todos, que finalmente creará la paz.

Mi querido amigo, lo que usted viene, finalmente, a darse cuenta, es que no existe. Simplemente no existe!

Pero tú existes. Y si hay una verdad que lo abarca todo, es que: tú existes. Pero más allá de eso, no hay verdad fuera de ti.

No hay verdad que una a toda la gente, o a todos los seres, porque cada uno de ustedes es un creador soberano. Cada uno de ustedes es un ser individual único. Cada uno de ustedes es EL Dios de su existencia y de su experiencia.

Sólo hay una verdad que importa, y esa es SU verdad.

Pero has estado huyendo de mí, de tu verdad. Has estado huyendo de tu propia verdad durante tanto tiempo. Miraste a tu alrededor a todos los demás creadores y a lo que estaban creando, y pensaste que algo andaba mal contigo. Así que apartaste tu verdad, y tomaste su verdad, y trataste de hacerla tuya.

Rechazaste algunas de sus verdades, que no encajaban. Se formaron en grupos. Has oído que se llaman familias espirituales. Eran realmente grupos organizados en torno a la “verdad”.

Habían venido juntos, y necesitaban llevarse bien. Así que llegarías a un acuerdo sobre ciertos principios básicos, y llamarías a eso “la verdad”. Y tú y tus amigos vivirían bajo esos principios. O intentarlo.

De vez en cuando sienten un poco de su propia verdad y dicen: “¡Espera, hay algo más aquí!” Y el resto de ustedes los ahuyentaría, porque amenazaban su cómodo compromiso. Y también porque agitaron tu verdad, de la que estabas trabajando tan duro para enterrarla, para huir de ella.

Esos grupos continuaron y se expandieron. Vinieron a la Tierra. Aun así, continuaron. Hubo guerras, batallas, todo el mundo intentaba encontrar una verdad unificadora. Los dioses fueron creados.

Dios no es más que una figura creada por la humanidad para sostener un conjunto de principios que ustedes llaman Verdad, para tratar de imponerlos a todos los demás. Eso no funciona. Eventualmente, para ti, esos dioses se desintegraron. Esas verdades se desintegraron. Te probaste muchas verdades diferentes. Eventualmente todos se desmoronaron. Te dejaron confundido, sintiéndote pequeño y avergonzado. Dudando de ti mismo.

Entonces, por fin, por fin, comenzaste a sentirme de nuevo. Poco a poco, has empezado a dejar que tu propia verdad vuelva.

Muchos de ustedes han comenzado a liberar la conciencia colectiva. Y realmente lo que eso significa, es que finalmente estás dejando ir la verdad de todos los demás. Finalmente estás empezando a dejar que tu propia verdad regrese.

Da miedo. Da miedo confiar tanto en ti mismo. Da miedo porque parece que, si dejas que tu propia verdad vuelva a entrar, te vas a volver loco. Y de hecho, desde la perspectiva de todos los demás, lo eres. Porque tú eres la verdad no es lo mismo que la de ellos. Nunca lo fue, y nunca estuvo destinado a serlo.

Es aterrador dejar que tu verdad regrese, porque se siente como si fueras a perder todo en tu vida. Todo lo que se ha convertido en algo tan valioso para ti, para todos aquellos a los que has llegado a sentir tan cerca. Y en cierto modo, eso es cierto. Los estás perdiendo. Pero de otra manera, a medida que me dejas volver a entrar, tu propia verdad -a medida que comienzas a vivir, a confiar, tu propia verdad, la verdad creada por ti y por nadie más- a medida que empiezas a confiar en ella, te darás cuenta de que puedes relacionarte con los demás a tu alrededor de una manera nueva.

Has estado en esa conciencia colectiva por tanto tiempo. Tú lo entiendes. Bueno, al menos tú lo sabes. Y ahora, a medida que se retiran de ella, a medida que regresan a su propia verdad, podrán interactuar desde un lugar completamente nuevo donde todas esas otras verdades no tienen ningún efecto sobre ustedes. Puedes interactuar. Puedes honrarlos, porque ahora sabes que no son tuyos. Son de otra persona, y tú tienes tu propia verdad.

Así que siénteme, querida. Siente tu propia verdad.

Es diferente de la verdad de los demás. Nunca va a coincidir con la verdad de nadie más. ¿Puedes permitirlo?

Vuestra verdad nunca será la misma que la verdad de Juan, o la verdad de Romana, y sus verdades no son las mismas que las de los demás.

Crea algunas dinámicas interesantes en las relaciones. Cuando conoces a alguien a quien estás especialmente cerca, esto puede causar estragos, porque todavía estás tratando de hacer coincidir tu verdad con la de los demás, y ya no funciona. No para ti.

Tu verdad está demasiado cerca ahora. Has empezado a reconocerlo como tuyo, y ya no puedes dejarlo ir. Ya no puedes huir y esconderte de ella. Estoy demasiado cerca de ti, no te dejaré. Así que tienes que lidiar con tu propia verdad. Tienes que vivir tu propia verdad. Y al principio es difícil ver cómo hacer eso con alguien muy cercano.

Pero en realidad es muy fácil, si simplemente recuerdan que cada uno tiene su propia verdad, y es diferente. Entonces usted puede honrar la verdad de la otra persona, mientras se mantiene fiel a su propia verdad. Usted puede permitir que la otra persona tenga su verdad y permitir que usted tenga la suya propia. Y en ese lugar, puedes tener una relación.

Puedes mezclar tu conciencia. Incluso pueden mezclar sus verdades, hasta cierto punto, y pueden tener una relación como nunca antes han tenido. Una relación llena de honor, llena de asombro, llena de belleza, porque cuando dejas de huir de tu propia verdad y dejas de luchar contra la verdad de los demás, entonces empiezas a ver, a sentir, la belleza de todo esto. Entonces empiezas a ver y a sentir a través de los ojos de tu alma. Entonces empiezas a abrirte a todos estos otros sentidos, los sentidos angélicos, o del alma.

Verás, siempre han estado ahí. Tantos sentidos hermosos y asombrosos que creaste para ti mismo. ¡Siempre han estado ahí! Pero a medida que escondías tu verdad, a medida que te esforzabas tanto por conformarte a la verdad de los demás, por hacer que se conformaran a la tuya, o a lo que creías que era tuyo, alejaste todos tus otros sentidos.

Cuando te escondiste de tu propia verdad también te escondiste de todos tus otros sentidos, hasta que finalmente te limitaste a los cinco sentidos humanos, que apenas pueden ser llamados sentidos. ¡Son tan limitados! Y ahora, finalmente estás dejando que tu verdad vuelva. Tu verdad. No es como la de los demás. Y a medida que lo haces, todos estos otros increíbles sentidos están entrando. Los sientes.

A veces la vida te parece una locura en estos días. Tu cuerpo siente cosas extrañas. Sienten energías extrañas, cosas extrañas sucediendo dentro de ustedes y alrededor de ustedes. Es porque estás empezando a sentirte a ti mismo, y a la vida, a través de todos estos otros sentidos a los que no estás acostumbrado. Es porque estás permitiendo que tu propia verdad regrese a tu vida.

Esto es de lo que se trata la iluminación, de lo que se trata la realización. Esto es lo que permite que la reunión, la reintegración de tu alma y de todo lo que eres y de todo lo que has sido, suceda. Esto, permitiendo que tu verdad esté aquí, junto con permitirte a ti mismo honrar la verdad de todos los demás, pero especialmente honrar y dar la bienvenida a tu propia verdad. Esto es lo que les permite permanecer en la Tierra a medida que se integran. Esto es lo que les permite permanecer en la Tierra como un maestro iluminado.

Así que siénteme, querida. Siente tu propia verdad.

Al hacerlo vas a sentir tu alma, porque soy uno de los sentidos de tu alma.

Al hacerlo vas a sentir al dragón, porque el dragón es simplemente los sentidos de tu alma volviendo a la vida. Siempre ha estado aquí, pero has estado huyendo de él, escondiéndote de él. Ahora lo estás dejando volver a entrar.

Siente a tu dragón, como sea que se te aparezca. Soy yo. Es tu verdad. Y tu verdad es lo que sea, lo que sea, tú la creas para que sea.

No hay una verdad fija. No hay una verdad externa. Hay simplemente lo que tú creas.

¿Puedes confiar en eso? ¿Puedes confiar en esta verdad, en estos sentidos que vienen de lo más profundo de ti, que van en contra de la verdad de los demás?

No, esa es la palabra equivocada. No van en contra de la verdad de los demás. Son diferentes de la verdad de los demás. Y cuando lo dejas entrar, cuando dejas entrar tu propia verdad, entonces descubres que ya no es necesario ir en contra de la verdad de nadie más.

Y siente eso, querido amigo. Siente la libertad en eso!

No tienes que volver a discutir o luchar contra la verdad de nadie más, porque tienes la tuya propia. Y tienen los suyos, y así es como se supone que debe ser.

Oh, aún no lo saben. Todavía van a estar peleando por la verdad por mucho tiempo, algunos de ellos. Seguirán haciendo cosas que, desde el punto de vista humano, se lastiman mutuamente. Van a seguir luchando entre ellos, empujándose unos contra otros, robándose las energías unos a otros de muchas maneras diferentes. Pero ahora, cuando miras a través de los ojos de tu alma, cuando te permites tener tu propia verdad, ya no tienes que luchar contra ellos. Porque al dejar entrar tu propia verdad te das cuenta de que su verdad no tiene efecto alguno sobre ti, a menos que la asumas. Y eso, querido amigo, es lo que eventualmente creará la paz en la Tierra.

A medida que te permites tener y confiar y vivir tu propia verdad, mientras honras la de los demás, te conviertes en una luz brillante. Te conviertes en un ejemplo para los demás. Y poco a poco, van a empezar a darse cuenta. Van a empezar a darse cuenta de que pueden tener sus propias verdades sin tener que luchar contra las de los demás. Y en ti van a ver los resultados de eso, porque dentro de tu propia verdad, al permitir tu propia verdad, tu creación va a cambiar y vas a descubrir toda una nueva vida que te va a emocionar, que te va a colmar.

La única verdad que es real es la verdad que has creado para ti mismo. Déjate llevar y mira lo que pasa.

Y así es.

Romana:

Permítanse tener eso, y permítanse descubrir cuál es su verdad.

Esto es algo que tampoco es tan fácil. Abrumado con tantas verdades de otros, finalmente sintiendo, viendo, escuchando tu propia verdad.

Les invito cordialmente a que se tomen un tiempo hoy, en los días siguientes, en los meses siguientes, para encontrar un tiempo de tranquilidad sólo con ustedes mismos.

Vaya a dar un paseo por la naturaleza, o esté en su propio lugar, y sienta. Y escucha, capas cada vez más profundas de tu verdad. Verlo, escucharlo, sentir las sensaciones de tu cuerpo.

Ya hay tanto aquí, en tu cuerpo. Siendo que es agradable o desagradable, no hagas estos juicios.

Sólo permite que tu verdad llegue a ti.

Disfruta de tu viaje.