Hola Queridos,

Estoy sentada en una naturaleza hermosa, en una montaña sobre el mar. Tal vez oirás algunos pájaros cantando y un poco de brisa mientras hablo. Es un hermoso día soleado aquí en la costa croata de Dalmacia y me gustaría decir algunas cosas que siento.

Me gustaría hablar de amor. Hay muchos de nosotros, creo que también algunos de ustedes que están escuchando, que solían ser guerreros del amor, que pensaron que necesitábamos luchar por el amor en este mundo, para proteger el amor, la belleza y la dulzura de este mundo. Guerreros de la luz luchando contra toda esta oscuridad, luchando contra todo este mal del mundo.

Hay tantas historias, películas, mitología, todo sobre esta dualidad entre el bien y el mal que prometimos que estaríamos de pie por el bien, para proteger el bien: el amor, la naturaleza, los valores en los que creíamos, la divinidad. Y tanta lucha por lo que era bueno para nosotros, por lo que era bueno para la tierra, tantas historias que siguen, siguen, siguen, siguen sin fin. Luchando por el bien, luchando por la luz.

He estado experimentando últimamente un nuevo nivel de esta dualidad sucediendo dentro de mí, dándome cuenta de que defender lo que creo que es correcto, lo que creo que es bueno, está trayendo algún tipo de rigidez a mi corazón. No está haciendo que mi corazón se ablande y cante y fluya. Las energías no están realmente fluyendo libremente, alegremente.

Cuando pienso así, como guerrero del amor, de la luz, de todo lo que amo, de todo lo que respeto y aprecio, protejo, incluso protegiendo mi propia alma, creando un espacio seguro para mi alma; comienzo a convertirme en algo que en realidad ya no me resuena. Debido a que mi corazón se está expandiendo, mi alma está entrando tan completamente, ¿todavía necesito proteger mi corazón, para encontrar un espacio seguro?

Esta protección parece convertirse en un muro entre mi flujo real y yo, el flujo de mi río de vida. Y sin embargo…

Hemos escuchado tantas veces que la oscuridad es nuestra divinidad, que empezamos a amar nuestras sombras, nuestros aspectos oscuros, nuestras emociones desagradables, nuestro cuerpo, nuestra mente. Y todavía hay tanta maldad en el mundo. ¿Cómo trato con toda esta gente que está trayendo dolor a la tierra? ¿Quiénes están torturando a otras personas? ¿Quiénes son injustos? ¿Quiénes están destruyendo la naturaleza? ¿Quiénes están faltando el respeto a lo femenino, a lo masculino? ¿Cómo puedo llegar en paz con todo eso, con toda esa destrucción que todavía está ocurriendo en el mundo?

¿Cómo podemos llegar al final de esta historia de lucha constante, de dualidad constante? ¿Cómo podemos realmente salir sin comprometer la justicia en la que creemos, sin comprometer los valores, lo que es correcto y lo que es bueno para nosotros, para la humanidad, para la tierra?

Esta ha sido una gran pregunta para mí, durante muchos, muchos años, muchas, muchas, muchas vidas.

He estado muy dedicada al deseo de traer algo hermoso a este mundo, de contribuir a hacer de esta hermosa tierra un mejor espacio, un mundo mejor, y sin embargo observo cómo esta historia se está repitiendo, esta batalla se está repitiendo a sí misma. ¿Cómo terminará esto? ¿Cómo podemos realmente salir de la dualidad, he ir donde no hay lucha? ¿Cómo puedo entrar en ese lugar?

Recientemente mi alma me dijo: “Perdona, Romana. Perdona a todo el mundo. Perdona a los que están cortando los árboles. Perdona a los que te torturaron en vidas pasadas. Perdona a los que todavía están destruyendo a la naturaleza y a la gente. No porque merezcan ese perdón, sino porque es demasiado pesado para que tu corazón lleve esta ira. Simplemente libera esta antigua ira y necesidad de justicia, la necesidad de que el amor prevalezca. ¿Cómo puede prevalecer si todavía estás reteniendo esta ira?”

Me di cuenta de que esto no es tan fácil de hacer. Aunque pensé que había perdonado tanto en años anteriores, todavía quedaban restos en mí sintiéndome como una víctima de esas personas poderosas que sólo piensan que pueden jugar sus juegos. Y dejé de intentar arreglar eso, dejé de intentar cambiar eso, de intentar ser un protector.

No fue tan fácil hacer eso. Parte de mí sentía que estaba traicionando lo que creí durante tanto tiempo, como si estuviera abandonando lo que prometí cuidar. ¿Qué le sucederá al mundo si todos dejan de luchar por lo bueno, por lo que es digno, por la vida?

Y me di cuenta de que aunque estoy protegiendo la vida, no la estoy viviendo realmente. Y que la vida quiere que viva, y que mi corazón quiere ser feliz, y que mi corazón me necesita, y que la Tierra necesita mi alegría más que mi protección, y más que mi enojo o mi rigidez. Y sentí el amor que desbordaba mi corazón y mi cuerpo, la facilidad y gracia que fluía en mi cuerpo.

Sí, todo el mundo puede hacer lo que quiera. Ya no es mi trabajo mantener este espacio sagrado. El tiempo está cambiando. Y estamos invitados a vivir, a liberar nuestros corazones de todas las responsabilidades.

Y seguiré viviendo con un corazón alegre. Con un corazón ligero puedo traer mucho más amor a este mundo, que si estoy protegiendo al amor, que si estoy luchando por el amor y puedo traer mucha luz a mi cuerpo. Puedo abrir más mi corazón y permitir que este flujo de gracia entre en mí y me llene.

Realmente puedo permitir que la gracia esté en mi vida ahora y que la fluidez de mi corazón regrese, acariciando toda esa rigidez, acariciando toda esa tensión. Acariciando suavemente mis heridas, mis daños, los daños en mi cuerpo por toda esa falta de amor, esa falta de amor de siglos, de milenios. Besando todas esas cicatrices por las peleas que ya no necesito. Ya no necesito cargarlos, ni adquirir otros nuevos.

Finalmente, entiendo el significado completo del amor propio. Permitiendo que el amor fluya en mi corazón, en mi cuerpo. Permitiendo que mi corazón brille plenamente y que mi alma regrese a mi cuerpo.

Finalmente, entiendo la encarnación. Y la iluminación en el cuerpo .

Ocurre naturalmente cuando libero todas estas cargas, todas estas responsabilidades que sirvieron a un propósito,  -sirvieron aun propósito en el pasado-, pero ya no más.

Ahora quiero vivir, no proteger la vida.

Como pueden oír, la naturaleza mediterránea que me rodea está despertando. El sol está saliendo en esta hermosa mañana, mientras estoy sentada aquí entre los olivos en la montaña sobre el mar y observando todo ese amor que irradia desde mi corazón. En este hermoso permitir el perdón y liberar las cargas de la ira, viendo tanta belleza a mi alrededor.

Gracias por estar conmigo y permitirme compartir esta experiencia con ustedes.

Que tengas un buen día!